Hace un momento estaba meditando en un pensamiento mientras oraba, entendí que la mayoría de las personas batallamos con personas que nos relacionamos por ciertos bagaje con el que cargamos. Desde nuestro crecimiento hemos pasado por experiencias que nos han convertido en las personas que somos.
Dios puedes y desea restaurar nuestras vidas, pero mientras decidamos seguir cargando la mochila llena de inseguridades y maletas de bagaje emocional nuestras relaciones no van a mejorar.
La mayoría ya sabemos cuáles son esas cosas y las evadimos, muchas veces he pensado que todas tenemos emocionalmente un mueble que tiene muchísimos cajones y cuando evadimos atender situaciones emocionales que no nos permiten crecer nuestra vida se detiene y vivimos en pausa, sobreviviendo la vida.
El día de hoy te hago una invitación a que le pidas dirección a que experimentes el perfecto amor de Dios, un amor incondicional que cuando lo experimentas, te das cuenta de la responsabilidad de que tu alma se mantenga sana como tu cuerpo.
En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. I de Juan 4:18
Te mando un fuerte abrazo, xoxo Ana Romero…
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